¿ERUCTOS? ¿ACIDEZ? ¿REFLUJO? Si sufres estos síntomas, puedes mejorar controlando tu alimentación.

Centrarse únicamente en una lista de alimentos permitidos y prohibidos es un error, porque no puede ser así de por vida. Hay más cosas que aprender y que ir adaptando en nuestro día  adía.

La más disponible, pues todos podemos ponerla en práctica cuando queramos, es la masticación y la salivación. Debemos comer tranquilos, centrados y sabiendo qué estamos haciendo, masticando más cada bocado y comenzando la digestión de forma correcta desde el principio, en la boca y con los dientes.

También están las enzimas, imprescindibles para ir degradando cada nutriente en otros más pequeños o simples, que puedan ir absorbiéndose y siendo útiles a lo largo del tubo digestivo. Nuestro organismo genera enzimas desde la boca, en esa saliva hay más que solo babas.

Por un lado distinguimos las ENZIMAS DIGESTIVAS: se forman en células de la boda, el estómago, el páncreas, el intestino delgado, etc. Como es el caso de enzimas proteolíticas (para proteínas), lipasas (para grasas) y amilasas (para hidratos de carbono).

Por otro lado, tenemos las ENZIMAS DIETÉTICAS: se obtienen al ingerir verduras y frutas en crudo (al cocinar estos alimentos, dejan de ser funcionales estas enzimas). El típico ejemplo es la bromelina de la piña, que nos ayuda a hacer mejor la digestión de muchas proteínas.

Cuando un alimento no se digiere bien, al avanzar por el tubo digestivo, produce molestias tales como distensión abdominal, flatulencia, eructos, acidez, dolores, cambios en las heces… ¿Te suenan estos síntomas?

Escucha el podcast para ponerle remedio YA! Pincha aquí para escuchar el programa en audio. Hablamos de alimentos que aceleran o que ralentizan el vaciado gástrico, algo muy interesante si tienes acidez y/o reflujo. Así como por qué hay que dormir hacia el lado izquierdo, si quieres tumbarte de lado.

¡GRACIAS!